El anuncio del Ministro de Economía y Finanzas, José Arista, sobre la reestructuración de la SUNAT no es sólo pertinente, sino también imperativo. La alta evasión del Impuesto General a las Ventas (IGV) y el Impuesto a la Renta (IR) es un problema que ha persistido durante décadas, impidiendo que el Perú alcance una recaudación fiscal eficiente y justa. La falta de integración adecuada entre sus componentes es uno de los factores que contribuyen a su ineficacia actual. Es crucial que esta institución se adapte a las nuevas formas de pago y operaciones digitales, transformando un modelo analógico en uno digital. Esta modernización no solo permitirá una mejor recaudación, sino que también simplificará los procesos para los contribuyentes, promoviendo una mayor formalización y cumplimiento tributario.
Una de las medidas anunciadas por el ministro Arista es la simplificación de los regímenes tributarios existentes. En nuestra experiencia en Grupo Castañeda, hemos visto cómo la complejidad de los regímenes actuales desalienta a muchos empresarios, especialmente a las pequeñas y medianas empresas, de cumplir con sus obligaciones fiscales. La simplificación administrativa podría reducir significativamente la evasión y mejorar la presión tributaria, sin necesidad de aumentar las tasas impositivas. La estabilidad fiscal es esencial para mantener la confianza de los contribuyentes. Cambiar las tasas impositivas en un momento de incertidumbre económica podría generar desconcierto y desincentivar la inversión. La modernización y eficiencia administrativa deben ser las herramientas principales para mejorar la recaudación sin afectar negativamente a la economía.
El cobro del IGV a plataformas de streaming como Netflix, Max y Disney+ es una medida acertada en la dirección correcta. Estas plataformas generan ingresos significativos en el país y deben contribuir al fisco de manera equitativa. La implementación de este cobro a través de los bancos es un método eficiente que debería facilitar el proceso de recaudación. Además, el fortalecimiento de instituciones públicas para apoyar la ejecución de obras es una medida clave. ProInversión debe tener un rol activo no solo en la adjudicación, sino también en la supervisión y culminación de proyectos. Esto garantizará que las inversiones públicas se traduzcan en beneficios reales y tangibles para la población, evitando paralizaciones y optimizando el uso de recursos públicos.
Daniel Castañeda Cavero
CEO de Grupo Castañeda
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